¿Venganza infantil contra Achútegui de Blas?

Ahora que las fiestas patronales tocan a su fin es un buen momento para tomar nota de algún que otro pequeño detalle que probablemente habrá pasado desapercibido para la mayoría aunque no para una serie de vecinos concretos de una calle muy concreta.

Una de las señales que tradicionalmente nos anuncia que las fiestas se acercan es el engalanamiento de las calles de nuestra ciudad con banderas. Este colorista adorno suele quedar reservado para las calles principales como pueden ser la calle Grande, Glorieta, Gallarza, Bebricio, Achútegui de Blas….. ¿Achútegui de Blas?

Esta calle más conocida entre nosotros como “Calle de las Farolas” de un tiempo a esta parte está viendo como estos elementos de mobiliario urbano que le dan su nombre popular están siendo sistemáticamente discriminadas… Sí, es cierto, no son las únicas farolas de la ciudad que no son adornadas para las fiestas…. Es cierto.

Ahora dirijamos la mirada al suelo… a los pies de la famosas farolas… ¿No añoran nada? ¿No echan de menos algo? En otros tiempos esta calle lucía florida y perfumada (con unos exuberantes arriates de lavanda) pero eso fue en otros tiempos.

Si, también es cierto, no son los únicos jardines abandonados de la ciudad.

Pero lo que hace diferente a esta calle son sus vecinos y vecinas… que decidieron hacer frente a una decisión que afectaba a su calle. ¿Se acuerdan del parking subterráneo de Achútegui de Blas? ¿Se acuerdan de las caceroladas los viernes por la noche? ¿Se acuerdan de las pancartas colgadas de balcones y ventanas?….. hagan memoria, eran tiempos en los que las farolas de la “Calle de las Farolas” todavía disfrutaban del privilegio de ser adornadas para fiestas y de tener flores a sus pies. ¿Qué han hecho estas farolas para verse así de relegadas?

Es curioso que las protestas por el parking y la desaparición de las banderas y las flores hayan coincidido en el tiempo… ¿casualidad o venganza infantil?