Las perlas de Portillo sobre el Parque del Cidacos

Las declaraciones del señor Portillo en la rueda de prensa del pasado martes 22 de abril sobre la construcción del doble vial en el Parque del Cidacos no tienen desperdicio.

A parte de estar llenas de descalificaciones con un cierto tufillo a resquemor, da la impresión de que el mayor interesado en llenar de asfalto y coches el parque es él.

Hace un contundente alegato a favor de una CIRCUNVALACIÓN por en medio del parque recalcando que es parte de la ciudad y que eso tiene sus inconvenientes, claro. Lo compara además con el Parque del Retiro de Madrid ,que además de ser más grande esta totalmente vallado ¿o es que también pretende cercar el parque?

Una y otra vez hace hincapié en unas cifras que no hacen más que constatar este agravio. De un total de 149,749 metros cuadrados de futuro parque sólo 47.574 metros cuadrados conforman la ampliación del Parque, y si a esto le restamos los 7.845 metros cuadrados que desaparecen en la ejecución del mismo y los 28.800 metros cuadrados que arrasó la constructora “sin querer” llegamos a la triste conclusión de que tan sólo supone un aumento de un 10 % . Y este ridículo porcentaje va a estar delimitado por una vía de doble carril, con tráfico fluido e intenso en horas punta ,y la ribera del río.

Además en reiteradas ocasiones hace alarde del menosprecio hacia la zona verde a eliminar. Habla de 15, 20 , 25, 30 ó 40 pinos y chopos que desaparecerán, se talarán o según él se trasplantarán debidamente. Esto último denota lo poco que el concejal de urbanismo sabe del tema. El arbolado de esta zona que tiene una media de veinte años no sobreviviría a un trasplante.

Tampoco parece saber mucho de urbanismo porque una circunvalación pegada a un parque destinado al ocio no es precisamente el último grito en ordenación territorial. Y en lo concerniente a este tema no hace falta ser un erudito para darse cuenta de que con la ejecución de este plan se intenta poner una tirita para contener una hemorragia.

Que esta ciudad necesita una vía de circunvalación no lo cuestiona nadie, y menos quienes lo sufren a diario. De hecho, y por si el Sr. Portillo no lo recuerda, en el programa electoral de las últimas elecciones prometían la circunvalación este para unir ambos polígonos a Calahorra.

Esto sí podría solucionar el problema del tráfico, una vía rápida conectando los polígonos y no una vía parche con limitación de velocidad, llena de badenes y pasos de peatones, transeúntes, niños y bicis.

El problema de la obstinación del Sr. Portillo es que finalmente esa vía rápida será necesaria y tendremos que recurrir otra vez al asfalto. Para entonces el daño sobre el Parque estará hecho porque no sólo se trata de la zona verde que se destruye, sino del concepto de zona de ocio y esparcimiento que junto a una carretera queda totalmente mermado.

Lo que parece preocuparle el edil de urbanismo es el posible aislamiento de los nuevos vecinos del Sector Cidacos pero al eliminar el vial que une la actual Avda. de la Rioja con dicho sector, estos vecinos siguen teniendo acceso al mismo por la Calle Italia, que será de doble sentido.

De esta calle al nuevo trazado hay apenas 20 metros. Por tanto este tramo de carretera es totalmente innecesario. Evitando a su vez que la Avda. Rioja no duplique su trazado para ser de doble sentido (sólo en este tramo hay 50 pinos), se evitaría convertir esta zona en una circunvalación.

El Sr. Portillo ha enfocado esta protesta como una pataleta de los vecinos de la zona olvidándose de la mayoría de los ciudadanos de Calahorra, que consideran al Parque una zona de esparcimiento y al que se desplazan habitualmente o de forma esporádica para disfrutar de su tiempo libre, hacer deporte, pasear con sus hijos,..

Quizá el señor concejal debería calzarse unas zapatillas y una pantaloneta y hacer un reconocimiento in situ de la zona porque francamente ,que el representante de urbanismo de la ciudad de Calahorra con más de 24 mil habitantes diga del Parque del Cidacos que es una zona ALUCINANTE de 130.000 metros cuadrados cuidada por el Ayuntamiento, denota lo poquito que el edil se pasea por la zona.

Respirando un poco de aire puro y estirando un poquito las piernas se daría cuenta que esos miles de metros no son para tanto y que los cuidados de mantenimiento y limpieza del parque dejan bastante que desear.
Además después del paseo seguro que en el fondo, muy en el fondo, me agradece la sugerencia y es que un poco de ejercicio nunca viene mal.